Perú 1. Atropellado encuentro con Cusco

Me encuentro con mi diario de Machu Pichu, leído desde la distancia parece acelerado y loco, ese momento fue tan intenso....

15 de Marzo

…la llegada a Cusco desde el aire fue increíble. Las montañas, los valles, las nubes, las callecitas y carreteras serpenteando lugares imposibles que se ven desde el avión. Tremenda geografía sorprendente para una que viene de un país “suavemente ondulado”.

Todo bien, llegamos  y en el camino en taxi hasta el hotel, la ciudad me conmovió desde que me baje del avión. Imposible explicar la explosión de sensaciones, el calor, el color, lo nuevo, lo ancestral más que lo viejo, las callecitas empedradas y estrechas donde es imposible que la camioneta maniobre o estaciones…..y maniobra y estaciona. 

Realmente no siento demasiado los efectos de la altura, estaba ansiosa y ni bien me baje del auto, me escape a la Plaza…..que se descubrió dramáticamente al final de la calle “Procuradores”. Impactada. 

No puedo esperar para empezar a andar…… pero tengo que volver al hotel a hacer el “check inn”.

Luego de hacer los trámites fuimos sacar el ticket para los museos de la ciudad y desde allí al primero de ellos, que habita en una casa antigua, con patio empedrado y paredes amarillas. La puerta y sus ventanas imponen el pasado hispano en el medio del poder inca. Me emociono, estoy hipersensible, no se si son los efectos de la altura o esta rara atmósfera. Las geometrías (en especial la del piso, que me recuerda la plaza de Miguel Ángel en Roma) dicen “geometría sagrada”. Esas formas que parece todos los seres humanos tenemos en nuestra mente seamos de donde seamos: los espirales, los círculos entrelazados, las ondulaciones de las serpientes.....

Las momias……dramáticas, con sus poses fetales, con las manos en el rostro, con la boca abierta, con el pelo natural….encerradas detrás de la vitrina….en donde se le ha recreado su entorno ….. para presentarlas de manera más didáctica y también más espeluznante.

El uruboro….y un montón de geometrías maravillosas sobre cerámica que mi cámara intentó rescatar pero no pudo…..quiero quedarme, el tiempo se me fue volando, pero ya están cerrando….son las cinco de la tarde y me aseguran que en una hora ya estará oscuro….y es así. La montaña tapa el sol tempranamente y pasamos de un calor excesivo a un frío que te cala los huesos. 

Volvemos al hotel mareados, un poco del "sarocho" y otro poco de la adrenalina de la ciudad, que se aliviarán con el tecito de coca.

Exhaustos. Pero también maravillados. Hemos puesto el pie en Cusco.